Por qué haría falta un Servicio de Justicia Restaurativa en Salamanca?

 Cuando hablamos de servicios públicos, siempre nos solemos referir a la sanidad y a la educación, los cuales son sin duda dos de los pilares básicos del Estado de Bienestar. Sin embargo, hay otro servicio imprescindible que no se toma muy en cuenta para el correcto funcionamiento de una sociedad democrática como es la nuestra: -El Servicio Publico de Justicia

El Juzgado y todo lo que rodea (policía, jueces, abogados, centros, fiscales...) son piezas fundamentales dentro de nuestra sociedad, al resolver conflictos de una forma civilizada, dando la razón a quien la merece según la ley, e impidiendo comportamientos continuados que causen daño a la colectividad. Por tanto, creemos que la Justicia es vital, e incluso esencial, aún siendo más básica que la sanidad o la educación, pero que hace de sujeción para el resto de sistemas. Si se mueve en positivo, todo ira bien, pero si hacemos que se atranque, el exceso de judialización de la vida publica nos comerá.

Vivimos un tiempo en el que estos servicios públicos están pasando las de Caín para cumplir con los fines que esperamos de ellos. Las demandas sociales aumentan, mientras que al revés, los recursos públicos bajan. Queremos escuelas publicas mejores, que enseñen idiomas, fomenten las habilidades sociales, la inteligencia emocional, la robotica. Queremos una sanidad que nos cure rápidamente, que sea cercana, entendible y justa para el que la necesita. Queremos una sanidad que nos cuide hasta los últimos días de nuestra vida y queremos tener como no, una justicia mejor para todos.


Cuando hablamos de mejoras de estas instituciones, hablamos de incrementar mas escuelas, mas hospitales, mas juzgados, contratar a docentes, profesional sanitario y judicial. Es cierto! debemos hacerlo porque el presupuesto social español puede hacerlo. Pero no es gastar por gastar, sino hacerlo bien y eficazmente. Aprovechar los recursos y re-diseñar la manera de atender la necesidad social. Por lo que respecta a la Justicia, en concreto la Justicia Penal, hacerla mas democrática, mas cercana a la persona, usar mecanismos de solución alternativos e incluso usar la Justicia Restaurativa.

Esta Justicia Restaurativa hace referencia a un proceso cualquiera que permita a aquellas personas dañados por el delito y a las personas responsables del daño a participar activamente, previo consentimiento, en la resolución de las consecuencias resultantes del delito, con la ayuda de personas que facilitan esa comunicación. Es decir, una solución dialogada entre victima y victimario, que también puede implicar, si procede, a otras personas afectadas por el delito. La mediación penal y los círculos restaurativos son las herramientas más extendidas para hacer realidad este sistema de justicia avalado por la ONU y el Consejo de Europa y que se implementa en Cataluña, País Vasco, Navarra y Castilla y León, pero ahora lo queremos implementar provincialmente.

La Justicia Restaurativa puede emplearse en cualquier fase del proceso de justicia penal y puede implicar (o no) una disminución de las penas (lo importante no es eso), sino la mejora de los aspectos humanos, al llegar donde la justicia tradicional no llega. Demostrado queda que la justicia restaurativa mejora el bienestar de la victima, reduce su estrés post-traumatico, hace que se sientan escuchadas, reparadas y satisfechas. La persona infractora, por su parte, "no se va de rositas" sino que debe asumir verdaderamente las consecuencias del daño que ha hecho, debe hacer una mayor esfuerzo en reparar y asumir la pena relacionada con su delito, como por ejemplo, realizar trabajos en beneficio de la comunidad. Encontré buscando por Internet un lema que decía... "el que la hace, la repara!" y muchos creemos en ello.



Estamos en una época en la que es máximo el aprovechamiento de los recursos públicos, y porque no apostar por este método alternativo. Esta Justicia reducirá costes al sistema judicial, al promover soluciones dialogadas y deberá aumentar el cumplimiento de su resolución. Con la puesta en marcha de este servicio en cada ciudad de España podría aliviar muchísimo el ahorro y la carga de trabajo judicial.

Por todo ello, ahora más que nunca hace falta un Servicio de Justicia Restaurativa que ayude a arrimar el hombro en este país, por las victimas, por el victimario, porque no haya mas reincidentes, porque estos hagan una reparación provechosa de su estancia en centros de internamiento, por el ahorro de costes al estado español y porque creemos que es un empezar para una nueva normalidad.