Durante décadas el mundo de las emociones y los sentimientos quedó relegado a un segundo plano por considerarse de menor importancia que los saberes racionales.
Pero hoy en día vivimos un momento en el que tomar conciencia de los propios deseos y motivaciones, los modos de reaccionar ante diversas situaciones, conocer los sentimientos que invaden nuestro día a día nos ayudan a entender y gestionar mejor los momentos felices y aquellos de conflictos y preocupación.
El objetivo consiste en mantenerse en un clima emocional donde las emociones no lleguen a traducirse en una conducta indeseada.