El postmachismo intenta manipularlo todo para mantener su poder y privilegios, pero cada vez queda más al descubierto y en evidencia, como ocurre cuando se hacen dueños del modelo de relación de pareja o de familia, y al mismo tiempo intentan presentar la violencia que lo ha caracterizado como algo al margen del mismo.
La violencia contra las mujeres es consecuencia del machismo, no de unos pocos hombres malos, sino de toda una sociedad que acepta la cultura de la desigualdad y su violencia como forma de convivencia, y ve en las políticas y medidas a favor de la Igualdad una amenaza y un ataque a sus posiciones privilegiadas.
Durante las ultimas semanas de Noviembre estaremos en la Facultad de Educación de la USAL reflejando algo mas allá que unas simples Jornadas por la Erradicación de la Violencia de Género.